lunes, 14 de octubre de 2024

LA METAMORFOSIS EN LA CAUSA MALVINAS Y EL PROTOTIPO KOHEN. Dr. CESAR AUGUSTO LERENA.

 

 



Por los frutos se conoce el árbol (San Mateo 7,16 y San Lucas 6,44); pero, claro, decía 

Maquiavelo: «juzgo imposible describir las cosas contemporáneas sin ofender a muchos». 

Cuando los ingleses invadieron Buenos Aires el 27 de junio de 1806 la Plaza se rindió sin 

resistencia al general Beresford. Los porteños, ven marchar triunfantes a rubicundos ingleses, 

que ocuparon la ciudad sin perder un solo hombre, como una parada militar, sonando 

clarinetes, gaitas y tambores mientras el pueblo y las autoridades se escondían en las casas y, 

miraban por detrás de los visillos. En general, no había alegría por la caída del reino español, 


aunque muchos vecinos se entusiasmaron con la libertad de comercio prometido. Los oficiales ingleses alternan con las 

principales familias porteñas y se alojan en sus casas, donde realizan fiestas para homenajear a los invasores. Es frecuente 

ver a las Sarratea, las Marcó del Pont y, las Escalada, paseando por la alameda del brazo de los ingleses. Un gesto que hoy 

realizan unos políticos encantados con tanta genuflexión. Algunos porteños inician la rebelión, entre ellos Martín de Álzaga 

-que sería ahorcado en 1812- y Juan Martín de Pueyrredon, junto a los catalanes Felipe de Sentenach y Gerardo Esteve y 

Llach, que toman contacto con dos compueblanos de Montevideo, Miguel Vilardebó y Cristóbal Salvañach. “catalán, 

catalán, no pasarán”; consigna que es el eje en ambos márgenes del Río de la Plata.  

El Cabildo de Montevideo, gobernado por Ruiz Huidobro y los principales, acuerdan ir por la reconquista de Buenos Aires 

y, lo único que se habla en las tertulias y pulperías, es de echar a los ingleses de Buenos Aires y ello ocurre, efectivamente, 

el 12 de agosto de 1806 cuando se recupera la ciudad. Pero, nada está claro. El capitán de caballería don Saturnino 

Rodríguez Peña, mantiene una relación estrecha con los prisioneros ingleses Beresford y Pack, con quienes tiene largas 

conversaciones y, convence a Liniers -de quién era edecán y confidente- de facilitarles su huida -acompañados del oro- 

para no ganarse mayores enojos de los británicos y, para ello, les facilita su traslado a la Banda Oriental y, desde allí, hasta 

Londres. Esto, no solo los eximió de la horca a estos indignos al regresar a la Bretaña, sino que los recibieron victoriosos.  

Doscientos años después, “los Saturnino” siguen influyendo en la Argentina y asesoran a todos los gobiernos de turno; da 

igual si son menemistas, macristas, kirchneristas o mileistas, a los que se han agregado también, los embajadores de la 

Pérfida Albión que, contrario a la creencia generalizada de que los echamos en 1806 siguen expoliando nuestros recursos 

naturales e influyendo sobre los poderes públicos y privados.  

Saturnino ya tenía relaciones con los ingleses desde comienzos del siglo XIX.  En 1804 pertenecía a la logia 

masónica Southern Cross y, al producirse la invasión inglesa, se consideraba "muy inglés en sus ideas"; concepto que 

comparten algunos gobernantes, legisladores e intelectuales de hoy -entre ellos el presidente Milei que ha manifestado su 

admiración por la criminal de guerra Margaret Thatcher- y, consideraba que por razones políticas y económicas “debía 

solicitarse el apoyo de Inglaterra para la emancipación”; cuestión que sigue vigente en estos días de la Argentina 

colonizada, donde incluso el gobierno traslada oro a Londres. 

A comienzos de 1809, Liniers solicitó la captura y extradición, pero Rodriguez Peña se refugió en una nave inglesa hacia 

Río de Janeiro donde dependió del apoyo inglés y portugués; recibiendo aportes económicos de John Whitelocke y del 

Lord Strangford y, la embajada inglesa costeo sus viajes. No hay duda, la injerencia inglesa era y es atractiva y Saturnino 

un calificado “patriota” pro-británico. 

Con sus matices, en la Argentina de estos tiempos, hay especímenes diversos que van, desde sostener “que las Malvinas 

son británicas” (Antón; de Ipola; Filippelli; Gargarella; Iglesias; Kovadloff; Lanata; Noriega; Novaro; Onaindia; Palermo; 

Sábato; Sabsay; Sarlo; Sebreli; Luis Romero; Sabrina Ajmechet y, Marcelo Kohan, este último en forma retardada ya que   

prometió a los isleños «un plebiscito sobre la soberanía»); pasando por “promover una zona de conservación conjunta de 

los recursos pesqueros argentinos en Malvinas; el establecimiento de las líneas de base facilitando la demarcación inglesa 

de las islas y los Acuerdos de Madrid” (los ex Cancilleres Domingo Cavallo; Guido Di Tella  y Susana Ruiz Cerutti, etc.); 

sostener que “no son un tema central en la relación con los ingleses; hay que cooperar con ellos y reeditar el Pacto de 

Foradori-Duncan” (los Cancilleres Mondino; Ruiz Cerutti; Faurie y el ex Vicecanciller Foradori, entre otros); que “se 

tendría que haber cambiado las Islas por vacunas contra el COVID” (la Candidata a Presidente y Ministra de Seguridad 

Patricia Bullrich); los que “creen que queda bien ser probritánico y actúan como tales” (“María Belén” Bertie Benegas 

Linch y varios más); los capaces de ser autores de una ley y luego votar u oponerse a ellas (el radical Mariano Campero, 

entre otros); los que sostienen “que las Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina” (el ex Presidente 

Mauricio Macri); los que “se suben al carro de los peronistas pero mantienen el statu quo de Malvinas” (el secretario de 

Malvinas Guillermo Carmona del fallido gobierno de Alberto Fernández, etc.) y, en términos generales, para todos los 

mencionados y otros que por razones administrativas omito, que entienden que “la cuestión Malvinas es poco importante 

en relación al mantenimiento de excelentes vínculos económicos y, amistosos lazos históricos” que nos unen a los 

usurpadores británicos; omitiendo; que ocupan en forma prepotente 1.639.900 Km2 de territorios continentales, insulares y 

marítimos argentinos (cinco veces más extenso que el Reino Unido); nos disputan más de 2,4 millones de km2 de la 

plataforma continental y la Antártida y extrajeron ilegalmente desde 1976 a través de buques extranjeros 12 millones de 

toneladas de recursos pesqueros argentinos por un valor FOB del orden de los 48.000 millones de dólares y, han iniciado la 

explotación de recursos hidrocarburíferos cuyas estimaciones son billonarias; por lo cual y, por razones geopolíticas tienen 

la más importante base militar del Atlántico Suroccidental, pese a la Res. ONU 41/11 (ZPCAS). 



 




Dr. CESAR AUGUSTO LERENA 


Destacamos, que la colonización de Argentina no es solo una tarea de británicos, es fundamentalmente una 

laboriosa obra de unos cuantos argentinos débiles de nacionalidad y flojos de carácter, que ocuparon y ocupan 

importantes espacios del poder doméstico.      

Están los que se transfiguran; los hábiles para mutar y “borocotizarse”; los trapecistas circenses, donde es posible 

disfrazarse de payaso y acto seguido domar “con valentía” a viejos leones sin dientes para sobrevivir a los cambios, porque 

el público como el gobierno se renueva; los que son capaces de una metamorfosis jurídica porque esta ciencia los habilita 

alternativamente a representar a todas las partes; los que cooperan voluntariamente a la espera de ser compensados; los 

camaleónicos; los personajes de reparto que se destacan por la incapacidad de los destinatarios de sus servicios; los que se 

ofertan independientes y refieren que “no soy de acá ni soy de allá”, aun cuando estén en juego los inalienables intereses de 

la Nación. También los que previamente consultaban sus iniciativas al “simpático embajador británico del club del whisky” 

Mark Kent, que cansado de intercambiar tuits con miles de cholulos argentinos, supo ganarse -al igual que con algunas 

señoritas de Buenos Aires de 1806- sus corazones; lo mismo la embajadora “la promotora turística” Kirsty Hayes que nos 

invita a “conocer nuestros vecinos” los usurpadores; los que “dicen que con la misma gente se revitalizará el peronismo y 

se malvinizará”. Don Saturnino, al lado de estos fue un patriota y murió en el exilio perseguido. 

A todos estos colonizados; mascarones de proa; transformistas; transversalistas; metamorfistas; mutantes; 

seductores vendedores de víboras o con osos de Winnie Pooh; relacionadores carnales; cooperadores unilaterales; 

declamadores seriales; conservadores conjuntos de recursos naturales argentinos; trols, etc. podemos responderles 

con suficientes fundamentos políticos, económicos, legales, geográficos, históricos, biológicos y éticos. Y, estamos 

dispuestos a un acalorado debate de ideas si hubiese interés.  

Podríamos referirnos a un centenar de “personajes” que califican en este grupo en mayor o menor medida; pero, nos 

referiremos a un prototipo, a quien mencionamos en 13 artículos (ver www.cesarlerena.com.ar) por sus opiniones 

inconsistentes, mudables, erróneas. Quien mejor expresa aquello atribuido a Groucho Marx: “estos son mis principios y si 

no te gustan, tengo otros” en la “Cuestión Malvinas”.  

El Prototipo que analizamos por reunir gran parte de “las virtudes” citadas precedentemente es el abogado-docente Marcelo 

Gustavo Kohen (aunque no debiéramos olvidar aquello de “la culpa no es del chancho…); un profesor de un oscuro 

Instituto de la Universidad de Ginebra, cuyo Ranking Mundial de Universidades ocupa el puesto 1913 y, en materia de 

Excelencia la 2940; es decir, muy por debajo de la Universidad de Buenos Aires que Milei detesta que ocupa la posición 

502 y en Ranking QS Global que evalúa la reputación académica, salida laboral y desarrollo científico logró el puesto 71º.  

Ha prestado diversos y contradictorios “aportes” y cuenta con el apoyo de distintos “operadores” en los gobiernos desde 

Cristina F. de Kirchner a Javier Milei inclusive (los que cambian son los gobiernos) e incluso, fue propuesto fallidamente, 

por el igualmente fallido gobierno de Alberto Fernández ante la Corte Internacional de Justicia. Recientemente, ha escrito 

dos artículos en colaboración con su amanuense Facundo Rodriguez, el pasado 5 de julio “Malvinas: falacias del Reino 

Unido” y el 6 de octubre “El Archipiélago de Chagos y Malvinas. Un ejemplo”. En el primero refiere a “El relato de una 

realidad paralela para justificar los últimos vestigios coloniales es la política que el Reino Unido elige para Malvinas…En 

declaración del ministro Rutley ante la OEA…(este) mencionó la presencia de observadores…elegidas por el Reino 

Unido…”. Sin embargo, fue el propio Kohen quien en 2018 promovió un referéndum en favor de los isleños. Incluso en este 

artículo refiere a que “El referéndum no contó con la organización, fiscalización ni el aval de la ONU…”; como si en el caso 

que hubiese contado con observadores de la ONU en el plebiscito de unos dos mil isleños británicos, hubiese modificado en 

algo los derechos soberanos argentinos sobre los archipiélagos que cuentan con el aval de 45 millones de argentinos, 

plasmados en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.    

Kohen va preparando el campo a su segunda nota y refiere que «no hubo “libre determinación” cuando (el Reino Unido) 

expulsó a dos mil mauricianos de Chagos, ni hubo “referéndum de libre determinación” cuando Thatcher devolvió Hong-

Kong a China, su legítimo titular» y amplia «si algún gobierno argentino está dispuesto a utilizar todas las herramientas que 

el Derecho Internacional, más temprano que tarde, se demostrará que el Reino Unido deberá cumplir con sus obligaciones 

internacionales». Posición que se contradice con otras opiniones previas que viene recomendando a todos los gobiernos. Para 

finalmente indicar que, «en Malvinas, la víctima del accionar colonial británico, es el pueblo argentino, privado de determinar 

libremente una parte de su territorio» y, «expulsar a las autoridades (argentinas) y parte de su población, para luego poblarlo 

con colonos traídos desde la metrópoli y controlar la política migratoria», cuestión esta última, que el propio Kohen -como 

veremos- les promovía a los isleños en 2018. 

En el segundo artículo, Kohen refiere que el 3 de octubre el Reino Unido y la República de Mauricio emitieron un 

comunicado conjunto donde aquel reconoce la soberanía de Mauricio sobre el archipiélago de Chagos, por lo cual este docente 

pretende comparar esa controversia con la Argentina, a pesar de observar diferencias entre ambos en la cuestión relativa a la 

negociación de soberanía, donde Mauricio «fue a la Asamblea General de la ONU en el 2017 y logró que ésta solicite -contra 

la voluntad del Reino Unido y de Estados Unidos- una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia y, esta señaló 

que el Reino Unido debía poner fin a su presencia colonial ilegal en el archipiélago, a partir de lo cual la Asamblea General 

solicitó la restitución del territorio», razón por la que el Reino Unido aceptó una suerte de “soberanía mauriciana colonial”, ya 

que este Reino seguirá teniendo derechos en la Isla Diego García durante un período de 99 años para garantizar el 

funcionamiento de las bases militares norteamericanas y británicas en las islas. Reconoce Kohen que “No existen situaciones 

idénticas, pese a similitudes entre los dos casos, tales como tratarse de una ocupación prepotente e implante de británicos en 

las islas; manipulación demográfica y, ruptura de la integridad territorial de ambos países”. 



 




Dr. CESAR AUGUSTO LERENA 


Aunque nosotros entendemos que hay diferencias sustanciales; entre ellas, que el Reino Unido en Chagos limitó su accionar a 

alquilar y poner bases militares; es decir, no tuvo ningún afecto poblacional isleño-británico significativo y, contrario a 

Mauricio, la Argentina aceptó dejar bajo un “paraguas la soberanía” y sin vencimiento alguno sus derechos territoriales, las 

imposiciones de los Acuerdos de Madrid e, intentó de todas las formas posibles, un diálogo sobre la disputa con el Reino 

Unido, cuando debió reclamar “el ejercicio pleno de la soberanía” en Malvinas; Georgias, Sándwich del Sur y sus mares 

correspondientes y admitió la explotación de todos los recursos naturales argentinos en Malvinas, pese a la Res. 31/49 de la 

ONU que promovió en 1975 nuestro gobierno, sin que los gobiernos posteriores rechazasen esta apropiación ilegal; aceptando 

incluso, investigaciones pesqueras conjuntas y, sin sancionar a las empresas extranjeras que extraen ilegalmente los recursos 

pesqueros, pese a existir suficiente legislación (leyes 24.922; 26.386; 27.564, etc.) para penalizar esas prácticas y, el absurdo, 

que el gobierno argentino no haya intimado a España -quien reconoce los derechos argentinos- a cesar con la pesca ilegal de 

sus buques gallegos-británicos en Malvinas. 

Refiere en este artículo Kohen que «desde 1983 las distintas estrategias argentinas para reiniciar negociaciones sobre 

soberanía se han encontrado siempre con el mismo resultado: la negativa del Reino Unido. No sorprende. Lo que si puede 

sorprender es seguir intentando las mismas recetas creyendo que se pueden obtener resultados diferentes y abstenerse de 

buscar nuevos caminos disponibles»; resultando igualmente sorprendente su opinión, porque en su condición de miembro del 

Consejo Nacional de Malvinas, cargo que aún conserva, se ha limitado a promover “la cooperación unilateral” con los 

isleños, aceptando el Pacto de Foradori-Duncan y ahora el “Mondino-Lammy”; pactos que no hacen otra cosa que “eliminar 

todo obstáculo que dificulte el desarrollo de las islas” a cambio de absolutamente nada en favor de la Argentina; pese, a 

entender Kohen que “no deben llevarse estrategias meramente declamatorias o de concesiones gratuitas”, pero acompaña los 

citados Pactos que -entre otras cosas- abre a las Islas al más importante mercado de Latinoamérica y de acceso al mundo, 

como es el Estado de San Pablo de Brasil. Insólitamente limita las estrategias negativas al período democrático; ponderando 

(Perfil, 29/6/21) los acuerdos de “colaboración unilateral” al Reino Unido por parte del gobierno de facto de la llamada 

“Revolución Argentina” de 1971 y jamás rechazó los referidos Pactos, pese a afirmar que “la historia muestra que el Reino 

Unido jamás ha cambiado su posición por el mero paso del tiempo o por una buena relación con la contraparte”.  

Rápidamente se contradice otra vez Marcelo Gustavo cuando afirma que es necesaria «una política internacional equilibrada y 

conforme a las tradicionales posiciones asumidas por gobiernos de los más variados tintes políticos», en los que este abogado 

habría dado su opinión sin el menor éxito; inclusive a funcionarios de Cancillería que participaron durante el Proceso Militar; 

por lo que habría que dudar sobre su posición de copiar el camino recorrido de la República de Mauricio; más aún, cuando sus 

opiniones son verdaderamente cambiantes, propias de comportamientos tránsfugas.  

La mirada de “intramuros” de Kohen se limita a esbozos jurídicos que ignoran toda estrategia política nacional e internacional. 

Tal vez no realiza un diseño preciso -FODA incluido- para que los convoquen; pero, en ningún momento evalúa la posición 

argentina en el mundo; la alineación al eje Estados Unidos-Israel del gobierno de la “Libertad Avanza” (en espejo al engañado 

Galtieri que estimaba que a la hora de recuperar Malvinas contaría con el apoyo del primero); la falta de incorporación al 

BRICS y la calificación de comunistas y corruptos por parte del presidente Milei a la mayoría de los bloques de apoyos que ha 

contado la Argentina en la ONU; la ausencia de acuerdos con la Unión Europa a partir del Brexit y la mendigante aspiración 

de ingresar a la OTAN mientras uno de sus miembros ocupa Malvinas; la baja intensidad de los reclamos argentinos en los 

foros internacionales y la tensión que vive el gobierno con los vecinos de la región, como Brasil, Chile y Uruguay que facilitan 

las operaciones y transportes con Malvinas; el retiro de la embajadora Española de Buenos Aires; los agravios del presidente 

argentino a su par Colombiano; el mantenimiento de paupérrimos presupuestos de defensa destinados al control del Atlántico 

Sur y, su administración; la eliminación de las Malvinas en un plano exhibido en la reunión con diplomáticos extranjeros, etc.  

No plantea una estrategia concreta más que rogar de rodillas a la Asamblea donde la Argentina ha perdido su liderazgo. Un 

camino al suicidio, del mismo modo que cuando se descartó su postulación a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Un 

infanticidio, que ni siquiera tiene la probabilidad del “cara y seca” para elegir el arco en un partido de futbol y, sin decir, cómo 

va a conseguir los votos ante semejante salto al vacío. Las ambiciones personales desmedidas de un tecnócrata pueden llevarlo 

al “riel muerto”; pero la Argentina, no puede aceptar un rechazo de la CIJ del que no se vuelve. 

Al respecto el diplomático Guillermo Rossi, quien fuera Director de Malvinas, refiere que «hace aproximadamente cien años 

el Reino Unido adhirió al Estatuto de la Corte Internacional de Justicia con reservas sobre el artículo 36º, donde no aceptaba la 

jurisdicción de la CIJ para el caso Malvinas». Por otra parte, continua: «solicitar una opinión consultiva a la CIJ tiene como 

resultado el reconocimiento implícito de soberanía al Reino Unido» y, amplía: «suponiendo que consiguiéramos los 192 votos 

(con la política de Milei es muy probable los en favor de Argentina disminuyan), se perderá totalmente el control y…el peso 

cultural y doctrinario que tienen los británicos y sus aliados sobre los jueces es algo que la Argentina no puede controlar (y) 

los jueces no necesariamente se ceñirán a la consulta que formule Argentina…el País ya tiene todo dicho en la Res. 2065, ¿qué 

va decir la CIJ que no sepamos?» «Hay que estar atento a la venta de buzones a los políticos».        

En nuestra falible opinión Kohen no tiene los atributos suficientes, sus cuatro años en el gobierno pasado (y sigue) como 

miembro del Consejo Nacional de Malvinas han sido intrascendentes y como docente carece de los conocimientos políticos 

necesarios y, no tiene por qué tenerlos, ya que nunca ocupó una función política relevante. Una cosa es ser un libre pensador 

frente a educandos y otra un negociador de semejante decisión irrenunciable. La discusión jurídica en una negociación no es 

central sino respaldatoria, salvo que la cuestión se pretenda encaminarla hacia los tribunales y, es sabido, que litigar en 

éstos no es garantía de un buen Acuerdo. Tampoco es cuestión de presentar “propuestas” sino formularlas de la forma y en 

el tiempo adecuado, que puedan ser ajustadas sin perder el objetivo buscado y, aprovechar la sinergia de la contraparte. La 



 




Dr. CESAR AUGUSTO LERENA 


restitución de Malvinas será un hecho político, no jurídico, aunque esta herramienta sirva para dar sustento a la política. 

Parafraseando a Bill Clinton (1992): «It's politics, stupid». 

Entendemos que Kohan, en lo personal demuestra excesivamente ambicioso; pero a la luz de los hechos, lo grave son sus 

propuestas que resultan inconsistentes, erráticas y poco confiables. Veamos, algunos ejemplos:            

1) En primer lugar resulta notable que Kogan siendo miembro del Consejo Nacional de Malvinas difunda por medios 

públicos y en conferencias públicas las estrategias que debería llevar adelante la Argentina, contrario a lo que manifestaba 

en el año 2000 un conocido y controvertido Subsecretario de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE): “cuando se le 

preguntó sobre el destino de la documentación que produce la Secretaría, éste respondió: Como es secreta, se destruye” 

(Braslavsky, G, Clarín, 16/4/2002). Los británicos sentados en primera fila en las amables recomendaciones de Kohan.   

2) El 22/3/2018 (Infobae) Kohen viola temerariamente la Disposición Transitoria Primera de la C.N. al proponer a los 

isleños de Malvinas -entre otras cosas- mantener el régimen migratorio, donde los argentinos seguirían sin poder radicarse 

ni invertir en Malvinas y, proponer a los isleños «organizar un referéndum para decidir si se mantiene la situación 

acordada o si los isleños pueden asumir una soberanía plena». Ello pese a que el propio Kohen en una entrevista en la 

TV Pública entiende que “la fórmula más negativa es la libre determinación” y facilitarles un referéndum no es otra cosa 

que concederles la libre determinación a estos isleños británicos. Este Plan, luego lo ratifica el 20 de marzo de 2018 ante 

una calificada audiencia del Consejo Argentino de Relaciones Exteriores (CARI); donde, quien además pretende ponerse la 

peluca de juez de la Corte Internacional de Justicia manifiesta: «La carencia argentina de una propuesta concreta hace que 

el vacío se llene con las ideas más recalcitrantes»; aunque su idea precedente podría ser calificada de traición a la patria, 

ya que esta concesión de la autodeterminación a los isleños no podría tener otro resultado que la continuidad de la relación 

de éstos con la Corona Británica o su independencia e incorporación a la Mancomunidad Británica de Naciones 

(Commonwealth). No asombra la oportunidad de Kohen para presentar la propuesta durante el mismo gobierno que 

concretó el Pacto de Foradori-Duncan donde se acordó «adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos 

que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo pesca, navegación e 

hidrocarburos…», que entre otras cosas aspiraba a la derogación de la citada DTP de la Constitución y, no se haya 

pronunciado sobre el Pacto Mondino-Lammy.  

Dice Kohan que su propuesta es «romper el punto muerto, salir de la inercia de invitar todos los años a dialogar al Reino 

Unido, para que ellos nos digan que aceptarán lo que digan los isleños» (sic); pero la que propicia es la propuesta británica, 

solo que posterga la autodeterminación de los isleños 30 años, favoreciendo mientras tanto, con el aporte argentino su 

desarrollo.   

3) Su propuesta de escindir a Tierra del Fuego que propone en la misma ocasión para crear una nueva provincia para los 

isleños, contraria a lo prescripto en los art. 6º y 13º de la Constitución Nacional y los art. 1º, 2º, 81º y 87º de la Constitución 

Provincial, su Disposición Transitoria Décima Segunda y el art. 14º de la Ley 23.775 sin consultar la voluntad de los 

fueguinos, ignora la autonomía provincial, es al menos ilegal; antidemocrática; rompe con el principio de integridad 

territorial y nada refiere a los derechos argentinos sobre las aguas y la Antártida Argentina. Propuesta que no es novedosa 

ya que en 2017 la Legislatura de Tierra del Fuego se «procedió a rechazar categóricamente el proyecto Prov. de Malvinas, 

Provincia 24» propuesto por periodistas de la UNLP.  

En este sentido, la propia Res. 1514 de la O.N.U. en su inc. 6º estableció el marco para las disputas de soberanía: «Todo 

intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es 

incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas», y puede entenderse que lo aplicable con 

relación a terceros países es también aplicable en la integridad interna. 

4) Kohen apoya la idea de que las autoridades de la nueva Provincia sean quienes autoricen o no a residir en las Islas y, 

manifiesta que “es una manera de preservar el modo de vida de sus habitantes”; pero, ello no puede impedir el derecho de 

los argentinos a transitar, radicarse, invertir, etc. en Malvinas; de otro modo, se trataría de una soberanía quimérica. 

Respecto a la cultura, Malvinas está en la cultura de los argentinos. Los británicos han ocupado nuestro territorio, pero no 

han sacado a Malvinas de nuestra cultura. 

5) En el CARI Kohen promovió las Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero (OROP) que facilitarían al 

Reino Unido profundizar la apropiación de los recursos argentinos; además, propició «coparticipar con los isleños los 

recursos de la Z.E.E. de Malvinas», ambas medidas consolidarían la ocupación británica en Malvinas, en abierta colisión 

con el resto de las provincias del litoral marítimo. ¿Qué clase de soberanía propicia Kohen? No refiere a las islas Georgias 

ni Sándwich del Sur que tienen una administración independiente ni a la proyección Antártida; les da los recursos 

pesqueros e hidrocarburíferos ¿Qué referéndum podría favorecer a la Argentina en estas condiciones? El eslogan de Kohan 

de «soberanía argentina, autonomía isleña» es solo un sofisma.  

6) Indicó también que “se podría pensar en una forma similar a la resolución de la disputa entre Nueva Caledonia y 

Francia” que resultó desfavorable a los franceses; pero ahora cede semejante decisión a terceros.  

7) En su exposición en el CARI, Kohen afirma «la Argentina (se atribuye una facultad que no tiene) no descarta de 

antemano ir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ)»; sin embargo,  este abogado, al hacer esta afirmación, ya había fijado 

siete años antes su posición negativa a concurrir a la CIJ en el reportaje dado a Telma Luzzani (Visión 7 de la TV Pública, 

1/12/2011): «…para que un Tribunal Internacional trate la cuestión hace falta el consentimiento del Estado (…) En el caso 

Malvinas el Reino Unido hizo una Declaración aceptando la competencia de la CIJ, pero está hecha de manera tal que es 

imposible llevar el caso por vía contenciosa. Es decir, que si algún día la Argentina decide llevar el caso Malvinas a la CIJ 



 




Dr. CESAR AUGUSTO LERENA 


el Reino Unido tendría argumentos como para oponerse». ¿Cuáles, serían, pregunta Telma? «el hecho que al aceptar la 

competencia de la CIJ excluyó toda controversia anterior a 1974. Sabemos que la controversia por Malvinas tiene mucho 

más de un siglo y medio…». Ahora Kohan, hace propuestas frágiles y cambiantes, por cuanto a la periodista Natasha 

(Clarín) le había manifestado el 19/12/21: “he aconsejado a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner de llevar a los 

británicos hasta la CIJ, lo que después he desaconsejado por su propia experiencia”. Deberíamos recordarle a Kohan que 

de lo que se trata es de resolver la soberanía plena de Malvinas, no qué traje deberían ponerse los presidentes en una fiesta 

de gala en el Colón. Para esto hubiera bastado con el asesoramiento del ex Canciller Jorge Faurie.         

 


Hay personas que se creen predestinadas y suelen poner sus cuestiones personales por encima de las nacionales. Marcelo 

Kohen dejó en claro a la hora de autopostularse y ser postulado por el gobierno de Fernández a juez de la Corte 

Internacional de Justicia que era uno de ellos. Al elegir el perfil de los candidatos argentinos a la Corte, es muy interesante 

destacar que, mientras José María Ruda tenía una clara posición de representante de los intereses políticos nacionales y los 

traducía en claras y comprometidas acciones jurídicas y diplomáticas, la posición de Kohen parece ser la de un técnico al 

servicio de la técnica. Las declaraciones de Kohan, son reveladoras respecto a su compromiso con el Estado Argentino. Al 

preguntarle la periodista de Perfil: ¿Cómo surgió su candidatura? Contestó: «fue una propuesta de destacados colegas y amigos 

de todo el mundo que consideran que mi presencia como juez sería una contribución positiva para el trabajo de la Corte…soy 

profesor, no diplomático ni político, y pienso de manera independiente…No soy “pro tal estado o tal otro” sino proderecho 

internacional…Mi compromiso como candidato es con la independencia de todo estado, presión o interés; poner el respeto del 

derecho internacional por encima de todo…». Léase: “autobombo”; cero compromiso con la causa de Malvinas que dice 

defender y, la agobiante sombra del veto del Reino Unido sobre su estrategia para llegar al cargo (El fin justifica los medios).  

Aun respecto a la idoneidad para acceder a ser Juez de la Corte Internacional de Justicia, resulta un verdadero despropósito 

que mientras los postulantes a un cargo de Juez de 1ra. Instancia deben pasar por un concurso de antecedentes y oposición, 

luego, ser aprobados por los Consejos de Magistratura y los respectivos Senados, para finalmente, de entre una terna ser 

designado por Decreto del Poder Ejecutivo; para postularse a esta Corte sea suficiente un Decreto. Esto no ocurre ni 

siquiera para aspirar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde además del filtro del Senado, se expone al 

candidato a la opinión pública. Y este abogado, con ninguna experiencia en la justicia ya había sido fallidamente 

promovido por el gobierno del Presidente Macri para integrar la Comisión de Derecho Internacional de la Asamblea 

General de la ONU, oportunidad en la que manifestó “trabajar y residir” en Suiza, quedando descartado de entre los 34 

seleccionados, al ser superado categóricamente por los votos a los candidatos de Colombia, Chile, Nicaragua, México, 

Brasil, Perú y Ecuador.  

La vida de intramuros en los entes internacionales puede hacer perder la realidad a quienes descansan en la 

tranquilidad de los salarios mensuales y carecen de pasión en las cuestiones relativas a la soberanía nacional.   Con 

su forma de pensar y una aspiración desmedida de por medio, tiene una vocación en la Cuestión Malvinas -en el mejor de 

los casos- con fecha de vencimiento. No entiende aquello del Gral. Simón Bolívar: “Cuando el clarín de la patria llama 

hasta el llanto de la madre calla”. 

 


Existen suficientes antecedentes para calificar este camino que propone Dom Kohen como una aventura que, como las 

guerras, no se pueden poner en manos de unos pocos -supuestamente teóricos iluminados- que carecen de experiencia fuera 

de la jurídica o la docencia. La política argentina, debiera, en esta etapa, ser la de “poner la escoba detrás de la puerta” 

para hacer más difícil la ocupación de Malvinas, llevando adelante acciones directas que algunas de las cuales muy 

modestamente ya hemos explicitado.  

 


Para profundizar sobre los temas tratados en este artículo sugerimos leer en www.cesarlerena.com.ar los siguientes: 

 


1) La estrategia del Consejo Nacional de Malvinas – parte 1 - 9/2/2021. 

2) De docente de intramuros a gestor de los deseos de los isleños en Malvinas - 21/2/2022. 

3) El acceso a la Corte Internacional de Justicia al margen del interés nacional – 1/5/2022 

4) La política de cooperación argentina sobre Malvinas. Cuando las políticas se diseñan en los intramuros – 1/7/2021. 

5) La estrategia del Consejo Nacional de Malvinas - final (por ahora) – 5/3/2021. 

6) La política transversal de la colonización argentina de Thomas Bridge a Daniel Filmus. La continuidad de las relaciones carnales – 26/6/2021. 

7) La secretaría de Malvinas no agarra una sola pelota ante la acción política británica en la Argentina – 9/12/2022. 

8) Malvinas hoy más lejos de Argentina que en 1982, más cerca del Reino Unido que en 2003 - 10/6/2022. 

9) Monólogo Argentino y avance británico – 22/10/2021 

10) Sin Plan para Malvinas - 23/8/2021 

11) ¿a quiénes apoyan algunos teóricos en la cuestión Malvinas? 10/6/2021 

12) El Consejo Nacional de Malvinas no diseña una Política de Estado – 1/2/2022 

13) La Corte Internacional de Justicia o los intereses nacionales – 28/12/2021. 

 


Dr. César Augusto Lerena 

Experto en Atlántico Sur y Pesca - ex Secretario de Estado. 

Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana (CESPEL). 

Web: cesarlerena.com.ar 

14 de octubre de 2024 


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El Héroe del conflicto Atlántico Sur - Malvinas Néstor Daniel Corvalán nacía hace 60 años.

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